Todos nos decían que no iba a ser fácil, pero nadie nos dijo que sería tan difícil. Que esto de crecer es una revolución interna, es un constante cambio de planes, es una necesidad de ser distinto sin dejar de ser uno mismo. Nadie nos dijo que había muchos sentimientos, a veces muy contradictorios. Nadie nos dijo que podíamos sentir angustia, amor, dolor, odio, esperanza y desesperanza en el mismo instante, que un día íbamos a tener que decidir qué camino seguir.
Pero ser nosotros mismos significa ser sinceros, amables, saber que un gesto vale mucho, que a veces, una sonrisa se torna importantísima. Saber muchas cosas, aprender tantas otras, de eso se trata crecer y, en alguna forma, de eso se trata la vida.