Hay muchos que piensan que nuestro destino ya está escrito, que ninguna de nuestras acciones es fruto del azar, que nada de lo que hagamos puede modificar nada. Me cuesta creerlo. Me cuesta creer que toda ésta confusión es producto del destino. Me gustaría que mi todo volviera a estar en orden, tranquilo como hoy está el río. Pero ¿qué es lo correcto?
El viento se levanta con fuerza, el río, antes quieto, ahora se agita y me moja los pies. Vuelan hojas y ramas. Tengo que irme antes que llueva si no quiero empaparme. Tal vez, así sea mi destino. Calmas y tormentas.
[Los ojos del perro siberiano, Antonio Santa Ana]
1 comentario:
hermanita mayoor, te qiero asi como muuchito (L)
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