domingo, 11 de julio de 2010

Si alguien te hace llorar, no llorés porque no te supo querer. Pero si en una de esas, en tu mejilla sientes una lágrima caer, dejala correr, ésta es la prueba de que tú si lo supiste querer. Dejá que el tiempo pase, dejá que pase la tempestad. Que si el destino así lo quiere, lo volverás a encontrar.

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