lunes, 8 de diciembre de 2008

Preciso tiempo. Necesito ese tiempo que otros dejan abandonado porque les sobra o ya no saben que hacer con él. Tiempo en blanco, en rojo, en verde, hasta en castaño oscuro, no me importa el color. Cándido tiempo que yo no puedo abrir y cerrar como una puerta. Tiempo para mirar un árbol, un farol, para andar por el filo del descanso, para pensar qué bien hoy es invierno, para morir un poco y nacer enseguida, para darme cuenta y para darme cuerda, preciso tiempo; el necesario para chapotear unas horas en la vida y para investigar por qué estoy triste y acostumbrarme a mi esqueleto. Tiempo para estar a la noche, tiempo sin recato y sin reloj, vale decir preciso, o sea me hace falta, tiempo sin tiempo.

No hay comentarios: