Lo mejor no es el turrón, sino imaginarlo, contar lo días que trascurren perezosos hasta que llega la Navidad como una luz brillante, como el recuerdo de veranos soleados que sabes que fueron maravillosos, mas cuya propia felicidad derrota la memoria; ahora, de verdad, esta luz de Navidad es un rayo de sol tras la tormenta.

William Sansom.